- Isidoro Blaisten:
- Por mirar el otoño perdía el tren del verano. Usaba el corazón en la corbata. Se subía a una nube, cuando todos bajaban. Su madre le decía: No mires las estrellas para abajo, no mires la lluvia desde arriba. No camines las calles con la cara, que ensucias la camisa; no lleves tu corazón bajo la lluvia, que se moja. No des la espalda al llanto, no vayas vestido de ventana, no compres ningún tílburi en desuso. Mirá tu primo el recto que duerme por las noches. Mirá tu primo el justo que almuerza y se sonríe. Mirá tu primo el probo puso un banco en el cielo. Tu cuñado el astuto que ahora alquila la lluvia. Tu otro primo el sagaz que es gerente en la luna. —Tienes razón, mamá —dijo el boludo y se bebió una rosa. —No seré más boludo— y se bajó del viento.— Seré astuto y zahorí— y dio vuelta una estrella para abajo y se metió en el subte y quedaron las gaviotas. Entonces vinieron los parientes ricos y le dijeron:—Eres pobre, pero ningún boludo. Y el boludo fue ningún boludo y quemaba en las plazas las hojas que molestan en otoño. Y llegó fin de mes. Cobró su primer sueldo y se compró cinco minutos de boludo. Entonces vinieron las fuerzas vivas y le dijeron:—Has vuelto a ser boludo, boludo.— Seguirás siendo siempre el mismo boludo. Seguirás siendo el mismo boludo siempre. Seguirás siendo un boludo siempre. —Debes dejar de ser boludo, boludo. Y medio boludo, con esos cinco minutos de boludo, dudaba entre ser ningún boludo o seguir siendo un boludo para siempre. Y subió las escaleras para abajo, hizo un hoyo en la tierra, miraba las estrellas, la gente le pisaba la cabeza, le gritaba ¡boludo!. Y él seguía mirando a través de los zapatos. Entonces vino un alegre y le dijo: —Boludo alegre. Vino un pobre y le dijo: —Pobre boludo. Vino un triste y le dijo: —Triste boludo. Vino un pastor protestante y le dijo: —Reverendo boludo. Vino un cura católico y le dijo: —Sacrosanto boludo. Vino un rabino judío y le dijo: —Judío boludo. Vino su madre y le dijo: —Hijo, no seas boludo. Vino una mujer de ojos azules y le dijo: —Te quiero.
EL Cuerpo...breves
“Como en la ciudad nocturna, en ciertos momentos se filtran en el cuerpo las sombras, los fantasmas, los duendes que el libro de anatomía no testimonia”
Elina Matoso “El cuerpo territorio escénico”
“La Iglesia dice: el cuerpo es una culpa.
La Ciencia dice: el cuerpo es una máquina.
La Publicidad dice: el cuerpo es un negocio.
El Cuerpo dice: yo soy una fiesta.”
Eduardo Galeano “El Cuerpo" en "Las palabras andantes”
Elina Matoso “El cuerpo territorio escénico”
“La Iglesia dice: el cuerpo es una culpa.
La Ciencia dice: el cuerpo es una máquina.
La Publicidad dice: el cuerpo es un negocio.
El Cuerpo dice: yo soy una fiesta.”
Eduardo Galeano “El Cuerpo" en "Las palabras andantes”
martes, 25 de noviembre de 2008
Balada del Boludo
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El Cuerpo...breves II
“La prueba primera de la existencia es ocupar el espacio”
Le Corbusier
“Deseo de un lugar nuevo, de unas galerías, unos corredores, de un nuevo modo de habitar, de pensar”
Jaques Derrida
“Isadora (Duncan) es una enemiga declarada de la escuela, el matrimonio, la danza clásica y de todo lo que enjaule al viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestan callan ante la música que nace de su cuerpo”
Eduardo Galeano “Mujeres”
“Un nombre puede no significar nada hasta que se lo asocia a un cuerpo. Y un cuerpo tampoco, hasta que se le pone un nombre. Son aconsejables para nombres de cuerpos los que inventa el lenguaje. Por mas ordenados que parezcan, no hay que dejarse tentar por los que produce la matemática. Esos siempre terminan numerando carne".
Revista “La mujer de mi vida” Editorial
“Todos los paisajes cambiaron, en todas partes hay andamios, en todas partes hay escombros…mi geografía también ha cambiado”
Mario Benedetti “Geografías”
“El recuerdo corporal le apuntaba, con el dolor de garganta y la disfonía, la puerta por donde abrir alguna memoria escondida. Pero las puertas que permanecen tanto tiempo cerradas se oxidan y es difícil abrirlas. Estoy llamando puertas oxidadas a los pequeños síntomas que el cuerpo manifiesta para recordarnos lo que el dolor y la impotencia nos hizo sepultar sin elaborar”
Alicia Fernández “Psicopedagogía en Psicodrama”
Le Corbusier
“Deseo de un lugar nuevo, de unas galerías, unos corredores, de un nuevo modo de habitar, de pensar”
Jaques Derrida
“Isadora (Duncan) es una enemiga declarada de la escuela, el matrimonio, la danza clásica y de todo lo que enjaule al viento. Ella baila porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las orquestan callan ante la música que nace de su cuerpo”
Eduardo Galeano “Mujeres”
“Un nombre puede no significar nada hasta que se lo asocia a un cuerpo. Y un cuerpo tampoco, hasta que se le pone un nombre. Son aconsejables para nombres de cuerpos los que inventa el lenguaje. Por mas ordenados que parezcan, no hay que dejarse tentar por los que produce la matemática. Esos siempre terminan numerando carne".
Revista “La mujer de mi vida” Editorial
“Todos los paisajes cambiaron, en todas partes hay andamios, en todas partes hay escombros…mi geografía también ha cambiado”
Mario Benedetti “Geografías”
“El recuerdo corporal le apuntaba, con el dolor de garganta y la disfonía, la puerta por donde abrir alguna memoria escondida. Pero las puertas que permanecen tanto tiempo cerradas se oxidan y es difícil abrirlas. Estoy llamando puertas oxidadas a los pequeños síntomas que el cuerpo manifiesta para recordarnos lo que el dolor y la impotencia nos hizo sepultar sin elaborar”
Alicia Fernández “Psicopedagogía en Psicodrama”